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Lo encontré interesante. 🦅🦅🦅ROMANOS CONTRA ALANOS EN 135 D. C. EL ADVENIMIENTO DE LOS ALANOS Los alanos eran un pueblo reconocido por su pericia para la cabalgata, pues su ascendencia iraní, junto a su posterior pululación por las estepas de Europa oriental y el norte del mar Negro repercutieron en que estos acudan con frecuencia a los equinos. Los alanos, claro está, eran nómadas, equiparables a escitas y sármatas. Su índole resultó un problema para los grandes imperios del siglo I d. C., dado que tanto los partos como los romanos debieron afrontar sus incursiones. Al parecer, desde el siglo I, los alanos acapararon el interés de Roma, puesto que Flavio Josefo los menciona en su obra «Las guerras de los judíos» (Libro VII, capítulo XXVII). Al igual que los jinetes de las estepas europeas del este y de Medio Oriente, los alanos emplearon tanto el arco como la lanza para sus tácticas en palestra, de esto que las legiones romanas debieran acoplar su panoplia durante el siglo III, cuando gran parte de sus enemigos se distinguían por las monturas. Empero, en el siglo I y II la adaptación del armamento para enfrentar caballería pesada todavía no era un distintivo entre filas romanas: las «cohortes peditatae» (infantería auxiliar) utilizaban regularmente lanzas y escudos ovales, pero su efectividad y cantidad en algunas campañas limitaba la probabilidad de éxito. Las «alae» disponían de jinetes portentosos; no obstante, la caballería de los bárbaros del este podía superar en número a la romana, máxime cuando conformaban una confederación. Disponiendo el Imperio romano de una retahíla fronteriza en Asia que era accesible a través del Cáucaso, los alanos inminentemente pretenderían asaltar los baluartes del Imperio usando Armenia como ruta. En la provincia de Capadocia acaeció este suceso en 135 d. C. Flavio Arriano gobernaba el territorio en aquel periodo; Adriano le había conferido el proconsulado y, por tanto, la gobernación a razón de su experiencia pretérita en la Galia y en Hispania. Sin embargo, Arriano fue más que un militar, ya que su alcurnia griega había incidido en un interés por la filosofía y la historia; a consideración de ello, elaboró el «Anábasis de Alejandro Magno», el «Periplus Ponti Euxini», el «Plan de movilización contra los alanos», etc. Este Plan de movilización contra los alanos es un esquema donde el gobernador de Capadocia elucida cómo afrontó la repentina incursión de los nómadas con infantería pesada que, en aquella circunstancia, no disponía de equipamiento ni estaba entrenada específicamente para repeler a una considerable cantidad de caballeros pesados. EL ENFRENTAMIENTO Pero el territorio romano en el siglo II abarcaba territorios en los cuales se procedía a reclutar auxiliares y, proviniendo estos desde Europa, África y Asia, Arriano pudo contar con una amalgama de tropas dotadas de diversos pertrechos y con diferentes habilidades que redundaban en beneficio de con las legiones al apoyarlas con mayor flexibilidad. Así entonces, Arriano comandaba auxiliares, infantes y jinetes auxiliares. Aproximadamente contaba con 2000 infantes auxiliares, 2000 arqueros, 2000 jinetes; además de una cohorte milliaria (1000 tropas entre monturas e infantes que actuaban conjuntamente), una cohorte equitatae de 500 hombres (jinetes e infantes arqueros) y aliados armenios, que en su mayoría eran jinetes con arco y jabalineros. No obstante, si bien eran flexibles, eran vulnerables si no se desplegaba en vanguardia a la infantería pesada. La Legio XV Apollinaris, presidida por el tribuno Marco Vetio Valente y la Legio XII Fulminata (aproximadamente 10 000 hombres entre el par de legiones) constituían la infantería pesada que mitigaría la carga alana. Adscrita a las legiones estaba, igualmente, la artillería, que en total estuvo conformaba por escorpiones y cuatro «ballistae». Como corolario de la fuerza desplegada por Arriano, puede colegirse que la homóloga de los alanos se parangonaba en número, o quizá fuese ligeramente superior al tratarse de un pueblo nómada. El procónsul eligió un talud para instalar a su infantería, ubicando en el extremo derecho a libertos itálicos que servían como auxiliares; tras ellos, los armenios bajo el mando de sus caudillos Vasakes y Arbelos apoyarían con proyectiles. En el extremo izquierdo se consignó la formación de apulios y cirineos que, asimismo, en retaguardia eran respaldados por aliados con jabalinas en ristre. Tras ambos extremos se colocó a la artillería, dado que de este modo ocupaba la zona más alta del talud y, por tanto, mejoraba en efectividad. Para que el despliegue fuese compactó, Arriano se basó en la clásica disposición de colocar a las legiones en el centro, desde luego, el objetivo consistía en evitar que el enemigo crease una brecha en el centro de la formación que le permitiera ulteriormente rodear los extremos. La Legio XV Apollinaris se situó junto al extremo derecho y la Legio XII Fulminata imitó el procedimiento pero junto al extremo izquierdo. Los legionarios formaron con ocho filas de fondo, posiblemente en la mitad de estas filas, es decir, en el espacio comprendido entre la cuarta y la quinta, se dispuso una fila de arqueros. Empero, esto es una hipótesis no del todo plausible, pues de haber sido así, la resistencia de las ocho filas legionarios hubiese sido limitada al tener en el medio de ellas soldados que no estaban en capacidad de resistir una carga, por consiguiente, la responsabilidad de retener a la caballería alana hubiera recaído solo en las cuatro primeras líneas. Además, no resultaba imprescindible formar a los arqueros en esta posición, pues los legionarios también disponían de pila con los que podrían coadyuvar la resistencia de sus camaradas en las primeras filas. Así pues, es más probable que los arqueros procedentes de Numidia, Cirete, Bosfo e Iturea se instalaran detrás de las ocho filas de las legiones y que incluso los legionarios formaran en «fulcum» La caballería fue distribuida en los flancos y, obviamente, estaba conformada tanto por jinetes con lanza como por homónimos con arco; empero, no acometería hasta que la infantería y la artillería dobleguen al enemigo. Cuando el despliegue de los beligerantes se consumó, fueron los alanos quienes atacaron, pues poseer un ejército de jinetes entrañaba realizar la carga para fructificar la potencia de las monturas. Durante la arremetida, los alanos sufrieron bajas por los bolaños y virotes que ballistae y escorpiones romanos disparaban respectivamente; los virotes eran flechas largas que, a causa de la tensión ejercida por lo brazos de los escorpiones, eran expulsados con gran fuerza y atravesaban con facilidad las armaduras tanto de jinetes como de caballos alanos. Los bolaños, por su parte, eran esferas pétreas que en el golpe producían contusiones. Era menester para la artillería recargar y, entretanto, los alanos se aproximaron más a las filas romanas; en esta fase, los arqueros se prepararon para disparar; sin embargo, los caballeros con arco alanos hicieron lo mismo, acaeciendo disparos por parte de ambos contendientes. Probablemente, los alanos causaron considerables bajas a los auxiliares, pues estos mantenían una posición estática para el disparo, mientras que los alanos tenían la habilidad de cabalgar mientras apuntaban para disparar. Con todo, los alanos con carcaj mantuvieron la distancia mientras los demás proseguían con la carga; estos, ya a una distancia corta, fueron atacados con las jabalinas auxiliares y con los «pila» pertenecientes a los legionarios de las filas posteriores. Los legionarios de las primeras fila no arrojaron el «pilum», sino que lo utilizaron como lanza para disminuir el brío de la carga, así como para perforar las armaduras de escamas de los jinetes y de los equinos aunque no todos ceñían estas. Ciertamente, la improvisación del pilum como lanza (mas no como jabalina) se trató de un acontecimiento peculiar en la historia militar romana, pues en otrora había acaecido y tras la derrota de los alanos también se volvería a efectuar. En Farsalia, los legionarios de César habían ejecutado el mismo procedimiento para imponerse a la cuantiosa caballería pompeyana; posteriormente, en las guerras marcomanas, los legionarios repetirían la táctica cuando se enfrentaron a las monturas sármatas. Así pues, los alanos impactaron contra los pila romanos que, sin embargo, no debieron de retener óptimamente al enemigo, después de todo, era un arma improvisada que contrarrestaba la carga, mas no la retenía a razón de que las jabalinas variaban en tamaño. Entretanto, en los extremos los auxiliares también contuvieron al embate del enemigo. Algunos «auxilia» posiblemente pudieron hacerlo con mayor efectividad que los legionarios, ya que estaban armados con lanzas que, por supuesto, eran predilectas para usarse contra jinetes. La formación romana era sólida: las legiones en el centro evitaron la ruptura, mientras que los auxilia frustraban cualquier intento de la caballería alana de sobrepasar a la infantería para diezmar a los arqueros y a los artilleros en retaguardia. El combate se prolongó, debiéndose presenciar una frecuente lluvia de proyectiles que alcanzaban a efectivos de ambos beligerantes, así como el esfuerzo en combate cuerpo a cuerpo tanto de romanos como de alanos; los primeros con armamento espontáneo enfrentando a caballeros acorazados que quizá repetían la carga en un intento por romper la línea romana. (En las batallas de la Antigüedad, a causa del agotamiento físico que producían, podían acaecer momentos en que en ciertas secciones del campo de batalla los beligerantes se replegaban para recobrar energía y proseguir con la lid. Dado que en este enfrentamiento los alanos impactaron frontalmente y cuesta arriba contra la línea enemiga, la carga resultó infructuosa, siendo posible que se replegaran y repitieran la embestida. Durante esta pausa, los proyectiles continuaban disparándose). Hacia el final, los alanos fueron superados, pues los caballos se derrengaron y, por ende, ya no tuvieron la suficiente velocidad para impedir ser alcanzados por los proyectiles expulsados desde lo alto de la elevación. Así entonces, se produjo la retirada que, no obstante, debió afrontar una persecución, pues Arriano ordenó a la mitad de la caballería salir en pos del enemigo. Esta, rauda, acató la consigna mientras la otra mitad igualmente avanzaba en formación, con la finalidad de resguardar a sus camaradas en caso de que el enemigo gire y ataque a los primeros. Empero, la contingencia fue allende, pues para evitar la recomposición del enemigo, los arqueros continuaron disparando; asimismo, la infantería avanzaba por detrás en caso de ser menester una línea compacta. EL RETORNO DE LOS JINETES DE LAS ESTEPAS Arriano no tuvo que enfrentarlos nuevamente, pues la desbandada se consumó y los alanos sufrieron demasiadas bajas como para un contraataque. El procónsul, con halo militar tras esta empresa, continuaría el «cursus honorum» y con su vehemencia por realizar trabajos historiográficos. Sí tendrían que presenciar ofensivas alanas los comandantes romanos de siglos posteriores, puesto que a partir de 375 d. C. los alanos debieron migrar a razón de que otro pueblo nómada asiático avanzaba implacable hacia el oeste. Eran los hunos, asimismo veteranos para la cabalgata que incidieron en la diseminación alana: quienes se encontraban acampando aunque en esta época quizá ya fueran sedentarios en la región septentrional del mar Negro se movilizaron hacia el noroeste y, en aquel territorio, probablemente asimilaron la cultura de los pueblos asentados, además de aliarse con algunos de ellos. Otros alanos realizaron un itinerario hacia el Cáucaso y su linaje perduró hasta el advenimiento de los osetios. Empero, el grupo que supuso mayor contacto tendría con el Bajo Imperio romano fue aquel que se asentó en la actual Ucrania; su trasmutación de nómada a sedentario contribuyó a una ósmosis con godos y ostrogodos en los siglos III y IV que, desde luego, tuvo su tenor en la cuestión marcial. Sin embargo, al igual que los godos, no pudieron retener el embate huno, migrando nuevamente hasta sentarse en la frontera renana de Roma. En consonancia con guerreros germánicos, los alanos empezaron a ser reclutados como mercenarios o auxiliares para el Imperio romano, se colige, por ende, que en esta época continuaban descollando por su pericia con los equinos. No obstante, otras agrupaciones alanas prefirieron invadir el territorio romano junto a suevos, gépidos, hérulos y otras sociedades germanas. Durante las correrías destaca la presencia de los alanos junto a Radagaiso, caudillo godo que en 406 irrumpió en Italia, aunque sin trascendencia, ya que Estilicón derrotó a su ejército en las estribaciones de Fiesole. Radagaiso murió tras ser apresado, pero algunos de los sobrevivientes de su fuerza llegarían a conformar la fuerza con la cual Alarico saquearía Roma en 410. Así pues, la derrota en Fiesole no significó el ocaso de los alanos, de hecho, en 409, presididos por Respendial, los alanos cruzaron la Galia con suevos y alanos hasta alcanzar Hispania. En la península inclusive supusieron un detrimento para los visigodos, quienes confrontaron con vándalos y alanos para expulsarlos de Iberia. La empresa visigoda obtuvo una victoria decisiva en 418, con la muerte del rey Ataces. Los sobrevivientes alanos, sin embargo, se unirían a los vándalos que también combatieron con los visigodos sin éxito y además aceptarían ser gobernados por su rey. Así, los últimos alanos migraron en conjunto a los vándalos hacia África tras centurias pululando en Asia, Europa y en territorio romano, una impronta que se remitía a su índole nómada. -Casares Ilustraciones en la imagen Arriba: centurias romanas con pila en ristre para retener la carga alana. Obsérvese en la última fila a auxiliares preparados con arco y proyectiles. Obra de Peter Dennis. Abajo: embate de la caballería alana contra las legiones romanas. Lámina de Peter Connolly. Fuentes Arre caballo. (2017). Origen de los alanos. Obtenido de Arre caballo: https://arrecaballo.es/edad-antigua[....]alos-y-alanos/origen-de-los-alanos/ Arre caballo. (2017). Invasión de los alanos año 135. Obtenido de Arre caballo: https://arrecaballo.es/edad-antigua[....]os-y-alanos/los-alanos-en-hispania/ Jiménez, T. Arriano de Nicomedia, Flavio (s. II d.C.). Obtenido de MCNBiografías: http://www.mcnbiografias.com/app-bi[....]how?key=arriano-de-nicomedia-flavio Wikipedia. (2018). Flavio Arriano. Obtenido de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Flavio_Arriano JLGC. Radagaiso (ca. 370-406). Obtenido de MCNBiografías: http://www.mcnbiografias.com/app-bi[....]how?key=arriano-de-nicomedia-flavio Arre caballo. (2017). Los alanos en Hispania. Obtenido de Arre caballo: https://arrecaballo.es/edad-antigua[....]os-y-alanos/los-alanos-en-hispania/ Wikipedia. (2017). Respendial. Obtenido de Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Respendial https://www.facebook.com/henry.watson.94043626?mibextid=ZbWKwL ------------- Los grandes pensamientos nacen con el corazón |
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